BRASILIA (AFP). El ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva "era el jefe" de una red de corrupción de su partido para la compra de votos en el Congreso, un caso juzgado por la Corte Suprema que se conoce como "mensalao", denunció uno de los acusados en el proceso a la edición de este sábado de la revista Veja.
Veja cita declaraciones del publicista Marcos Valerio -señalado como principal operador en la trama del "mensalao"- en las que asegura que Lula "comandaba todo" y que él no pasó de ser un "mensajero de lujo" en una estructura encabezada por el ex mandatario. "Lula era el jefe", proclamó.
Los jueces del Supremo Tribunal Federal (STF) votaron la semana pasada la condena de ocho personas, entre ellas Valerio -en el centro de las acusaciones cuando el caso estalló en 2005- y directivos del Banco Rural.
A todos se los responsabiliza de lavar dinero a partir de fraudes en la contabilidad del Partido de los Trabajadores (PT, en el poder) y préstamos simulados por millones de reales.
El 15 de agosto, el STF negó un pedido para incluir a Lula en el histórico juicio por corrupción durante su gestión (2003-2010). Los magistrados argumentaron que la fiscalía ya había decidido excluirlo de la causa.
Valerio -condenado por lavado de dinero y acusado por otros cargos- indicó que en varias oportunidades se reunió con el exjefe de Estado.
"Todo lo que hacía era del conocimiento de Lula", lanzó.
Lula se marginó por completo del juicio, que explotó en 2005 e involucra a ex dirigentes del PT, especialmente a José Dirceu, otrora todopoderoso jefe de gabinete de Lula.
El exmandatario negó siempre conocer la existencia del plan, se declaró traicionado por sus compañeros de partido y ofreció disculpas por los hechos.
"De Ze (José Dirceu) a Lula era sólo bajar una escalera. Eso se hacía sin cita, él decía vamos para abajo, vamos", declaró Valerio.
En la nota de Veja, el publicista asegura que el partido de gobierno le garantizó una "sentencia blanda" a cambio de su silencio e indicó que el dinero manejado por la contabilidad paralela del PT triplica los montos que baraja la Fiscalía.
"La caja del PT fue de 350 millones de reales" y no de 55 millones, como estiman las autoridades, indicó.
Durante 23 extenuantes sesiones que se prolongaron por seis semanas, el juicio se centró en determinar el origen del dinero utilizado para crear una contabilidad paralela del PT y concentró la atención en banqueros y publicistas.
Hasta ahora, sólo un influyente dirigente del partido fundado por Lula, el expresidente de la Cámara de Diputados Joao Paulo Cunha, fue condenado por corrupción pasiva, peculado (desvío de fondos públicos) y lavado de dinero.
El lunes comienza una fase clave del juicio, que deberá abordar la acusación formulada en la época al PT -y que más daño causó al gobierno- de usar el dinero del "mensalao" para sobornar a legisladores de otros partidos en el Congreso y para financiar sus campañas electorales.
"No pueden condenar sólo a los mequetrefes. (El mensalao) no afectó a Lula sólo porque Delúbio (Soares, ex tesorero del PT), Ze y yo no hablamos", siguió Valerio, que enfrenta cargos por hasta 100 años de cárcel.
La ley brasileña establece un máximo de reclusión de 30 años.
Los acusados en el proceso suman casi 40, entre ellos Dirceu, el expresidente del PT José Genoino y Soares. El juicio puede extenderse aún por dos meses más.
El presidente de la Corte Suprema, Carlos Ayres Brito, aseguró que "no hay prisa" en concluir el proceso, cuya duración se estimó en un principio en un mes.
"Todo el mundo va al ritmo adecuado. (...) Todo está caminando según lo planificado", dijo Ayres Brito tras un foro realizado en la ciudad de Belo Horizonte (sudeste).
by .telemetro.com
Veja cita declaraciones del publicista Marcos Valerio -señalado como principal operador en la trama del "mensalao"- en las que asegura que Lula "comandaba todo" y que él no pasó de ser un "mensajero de lujo" en una estructura encabezada por el ex mandatario. "Lula era el jefe", proclamó.
Los jueces del Supremo Tribunal Federal (STF) votaron la semana pasada la condena de ocho personas, entre ellas Valerio -en el centro de las acusaciones cuando el caso estalló en 2005- y directivos del Banco Rural.
A todos se los responsabiliza de lavar dinero a partir de fraudes en la contabilidad del Partido de los Trabajadores (PT, en el poder) y préstamos simulados por millones de reales.
El 15 de agosto, el STF negó un pedido para incluir a Lula en el histórico juicio por corrupción durante su gestión (2003-2010). Los magistrados argumentaron que la fiscalía ya había decidido excluirlo de la causa.
Valerio -condenado por lavado de dinero y acusado por otros cargos- indicó que en varias oportunidades se reunió con el exjefe de Estado.
"Todo lo que hacía era del conocimiento de Lula", lanzó.
Lula se marginó por completo del juicio, que explotó en 2005 e involucra a ex dirigentes del PT, especialmente a José Dirceu, otrora todopoderoso jefe de gabinete de Lula.
El exmandatario negó siempre conocer la existencia del plan, se declaró traicionado por sus compañeros de partido y ofreció disculpas por los hechos.
"De Ze (José Dirceu) a Lula era sólo bajar una escalera. Eso se hacía sin cita, él decía vamos para abajo, vamos", declaró Valerio.
En la nota de Veja, el publicista asegura que el partido de gobierno le garantizó una "sentencia blanda" a cambio de su silencio e indicó que el dinero manejado por la contabilidad paralela del PT triplica los montos que baraja la Fiscalía.
"La caja del PT fue de 350 millones de reales" y no de 55 millones, como estiman las autoridades, indicó.
Durante 23 extenuantes sesiones que se prolongaron por seis semanas, el juicio se centró en determinar el origen del dinero utilizado para crear una contabilidad paralela del PT y concentró la atención en banqueros y publicistas.
Hasta ahora, sólo un influyente dirigente del partido fundado por Lula, el expresidente de la Cámara de Diputados Joao Paulo Cunha, fue condenado por corrupción pasiva, peculado (desvío de fondos públicos) y lavado de dinero.
El lunes comienza una fase clave del juicio, que deberá abordar la acusación formulada en la época al PT -y que más daño causó al gobierno- de usar el dinero del "mensalao" para sobornar a legisladores de otros partidos en el Congreso y para financiar sus campañas electorales.
"No pueden condenar sólo a los mequetrefes. (El mensalao) no afectó a Lula sólo porque Delúbio (Soares, ex tesorero del PT), Ze y yo no hablamos", siguió Valerio, que enfrenta cargos por hasta 100 años de cárcel.
La ley brasileña establece un máximo de reclusión de 30 años.
Los acusados en el proceso suman casi 40, entre ellos Dirceu, el expresidente del PT José Genoino y Soares. El juicio puede extenderse aún por dos meses más.
El presidente de la Corte Suprema, Carlos Ayres Brito, aseguró que "no hay prisa" en concluir el proceso, cuya duración se estimó en un principio en un mes.
"Todo el mundo va al ritmo adecuado. (...) Todo está caminando según lo planificado", dijo Ayres Brito tras un foro realizado en la ciudad de Belo Horizonte (sudeste).
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